RELIGIÓN DE TEMPLO O SEGUIMIENTO DE UNA PERSONA
Domingo
4 marzo 2018. 3º de cuaresma
Juan 2,13-25.
Carlos
Pérez B., Pbro.
Esta escena de la expulsión de los vendedores del templo, el evangelista
san Juan la coloca al comienzo del ministerio de Jesús. Los otros tres evangelistas
la traen al final. ¿Cuál es la intención del evangelista de hoy? Jesús es el
nuevo templo, el lugar o la persona que hace presente a Dios, el medio por el
cual Dios hace llegar su gracia y su salvación a su pueblo. Con esta óptica
quiere el evangelista que recorramos las páginas de su evangelio, desde el
principio. De esta manera se subraya que Jesucristo, su vida, sus milagros, sus
enseñanzas, no quedan como parte del AT. Porque hay el riesgo de que
consideremos así lo anterior a su resurrección; y lo posterior a su
resurrección, como el Nuevo Testamento.
Como cada vez, aclaremos que los mercaderes del templo no eran
vendedores ambulantes que estaban ahí por iniciativa y provecho propio. No.
Eran parte de la estructura religiosa del templo, eran empleados de los sumos
sacerdotes. Los animales que vendían eran necesarios para el culto, porque
quienes venían de lejos no podían traer sus propios animales cargando, mejor
los compraban aquí. Y el cambio de monedas también se hacía necesario porque no
se quería que entraran al templo monedas con la imagen del emperador romano
quien se creía divino; los judíos tenían prohibido por Dios mismo el hacerse
imágenes.
Esto quiere decir que Jesucristo no entra en conflicto con la vendedera
del templo, sino con el templo en su conjunto. Por eso dirá: "destruyan este
templo”. En los otros evangelios, Jesucristo sólo profetiza la destrucción del
templo de Jerusalén, la cual sucedió a cargo de los romanos en el año 70, unos
cuarenta años después de que Jesús la anunció. Aquí en san Juan esa destrucción
suena a mandato, a orden: destruyan este templo para yo darles otro. De esto se
trata, de sustituir el actual templo, con todos sus componentes, por otro, por
una persona.
Esto que nos dice Jesús, no nos lo hemos tomado muy en serio en nuestra
Iglesia católica actual. La disyuntiva es ser una religión centrada en el
templo, o ser una religión centrada en una Persona. El cristianismo es
radicalmente esto segundo, es una religión que consiste en el seguimiento de
una Persona, en vivir de acuerdo a sus enseñanzas, en colaborar activamente en
su obra del reino de Dios, la salvación integral de este mundo nuestro.
Durante los dos primeros siglos de
nuestra Iglesia primitiva, los cristianos no tuvieron templos, se reunían por
las casas. Pero tenían conciencia de que toda su vida, era un culto permanente
de adoración a Dios, su apostolado, su vida fraterna, su caridad. Era lo que
Jesús les había enseñado; por ejemplo en la parábola del samaritano compasivo
en la que el sacerdote y el levita, hombres del culto y del templo, dieron un
rodeo ante el hombre asaltado; evangelio según san Lucas. Es lo que expresa
Jesucristo en su discurso final en el evangelio según san Mateo: tuve hambre y
ustedes me dieron de comer... Fue toda la vida de nuestro Señor que podemos
leer en el evangelio según san Marcos: su vida, sus enseñanzas y milagros los
realizó Jesús en los caminos, en los hogares de Galilea, en sus sinagogas, a
orillas del lago, hasta en tierra de paganos.
La religión del templo es una religión que se presta para el divorcio
entre la fe y la vida que denunciaban los obispos en el concilio Vaticano II
(ver G. et S. 43); algo que nuestro señor Jesucristo denunció severamente sobre
cómo vivían su religiosidad los escribas y fariseos. En general las religiones
del mundo consisten a darle culto a un dios con actos externos a la persona,
que no comprometen su vida.
Platicando con una mujer samaritana, Jesucristo le dice que van a llegar
días en que los verdaderos adoradores de Dios lo van adorar, no en el templo o
en el monte, sino en espíritu y en verdad (ver Juan 4,21).
Aprovechemos esta cuaresma para ir colocando nuestra vida en torno a la
Persona de Jesús, su Palabra, su proyecto del reino. Estudiemos los santos
evangelios cada día para ir conociendo mejor a esta persona que le da sentido a
nuestra vida.
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