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UNA NAVIDAD INÉDITA
Jueves 24 - viernes 25 de diciembre de
2020
Lucas 2,1-14 ó Juan 1,1-18.
Carlos Pérez B., pbro.
La de este año es
una navidad inédita. En mis casi 70 años jamás la había vivido en estas
condiciones: de aislamiento, de cierre de templos, cargada de enfermos, de
fallecidos (cercanos y conocidos), sin poder pedir posada nueve días antes, sin
unos niños vestidos de peregrinos que acuestan la imagen del Niño Dios en el
pesebre, sin los clásicos villancicos tan bellos. Pero en fin, lo bueno es que
ustedes están en sus casas y algunos se han conectado con nosotros mediante
internet.
Con todo esto,
estamos muy contentos celebrando el nacimiento del Hijo de Dios que ha tomado
un cuerpo como el nuestro en el seno de María por obra del Espíritu Santo.
Pero, ¿acaso la navidad, es decir, su nacimiento para Jesús, fue muy distinto a
la navidad que estamos celebrando en tiempos de pandemia? Claro que no, José y
María eran peregrinos en Belén. Ahí no tenían casa donde posar, donde poder
alumbrar a su pequeño que ya estaba tocando a la puerta. Porque los niños nacen
cuando les toca, y no pueden esperar más. Así nació Jesús, en el más completo
desamparo económico y social. Amparado, eso sí, por unos padres maravillosos.
Para ellos, la experiencia de tener un hijo sin conseguir posada, no ha de
haber sido un momento agradable. Sin embargo, esa navidad es la que nos llena
de alegría, porque el mismo Dios en la persona de su Hijo ha venido a morar
entre nosotros. Y la navidad es sólo el comienzo de una existencia
sorprendente, porque el Hijo de Dios vivirá su vida encarnada siendo una buena
noticia para los pobres, los enfermos, los excluidos, los pecadores, para todos
nosotros. Los pastores de aquel tiempo, los primeros invitados a alegrarse con
el nacimiento de Jesús, no estaban en mejores condiciones que nosotros ahora.
Ellos vigilaban sus rebaños a la intemperie. Así nos sentimos nosotros en este
tiempo.
La encarnación del
Hijo de Dios es el camino del cristiano. También nosotros hemos de hacernos
pobres, de salir al encuentro de los que son menos para ser buena noticia para ellos,
en el servicio, en la caridad, en el anuncio del Evangelio de Jesucristo, en el
sacramento.