QUE EL OBISPO SE RODEE DE BUENOS SACERDOTES
Viernes 27 de noviembre del 2009
Carlos Pérez B. pbro.
Esto le pediría a nuestro hermano obispo don Constancio, que se acerque, que escuche, que consulte a los buenos sacerdotes, que ciertamente los tiene nuestra diócesis, así como laicos. Que haga un buen equipo de vida y de trabajo con ellos. Esto le traerá buenos frutos a nuestra Iglesia universal y diocesana.
Que se cuide de los lambiscones, de las caras hipócritas, de los acomodaticios, que también los hay.
Algunos dirán que todos los sacerdotes son iguales. En dignidad sí, pero la vida de los cristianos es muy diversa, como en todos los tiempos y en todos los lugares.
Entre nosotros hay sacerdotes muy sabios, que tienen apertura de miras. Los hay también que tienen una mirada muy estrecha, que carecen de objetividad y de discernimiento. Hay que estar bien atentos a ésos: caras vemos, corazones no sabemos, dice sabiamente el dicho popular. Y un obispo debe tener una mirada escudriñadora de los corazones, porque hay entre nosotros maestros en el arte de la apariencia y el fingimiento.
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