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DON JOSÉ Y EL INFORME SOBRE LOS LEGIONARIOS
Domingo 16 de mayo del 2010
Carlos Pérez Barrera, Pbro.
El domingo pasado encontré en la página electrónica del episcopado mexicano un comentario de nuestro obispo emérito, don José, sobre el informe que presentaron aquellos cinco obispos que el Vaticano nombró como visitadores de la congregación religiosa Legionarios de Cristo. Ahora aparece dicho comentario en nuestro semanario diocesano Notidiócesis.
Hay un vacío notable en esta clase de comentarios. Las víctimas de los abusos del fundador de la congregación no se merecen la más mínima mención. Es que no cuentan para nada, no existen, no tienen valor, como no lo tuvieron cuando fueron abusados por aquel que supuestamente era su padre espiritual.
Es por eso, no sé si decir que por cinismo o por el contrario, con extrema hipocresía, que se comentan hechos dejando en el olvido o en la amnesia los que aquí sucedieron, en nuestra diócesis, y ante los cuales nuestra Iglesia tiene una fuerte deuda pendiente: aquí hubo encubrimiento, sólo se trasladó a los sacerdotes a otras diócesis, más aún, hasta hubo nuevas agresiones a las víctimas y a sus familias.
Recordemos que Jesucristo pronuncia un juicio muy severo, de los más severos que encontramos en los santos evangelios, contra quienes estamos del otro lado de las víctimas, por acción o por comisión, o por silencio cómplice: "Y al que escandalice a uno de estos pequeños que creen, mejor le es que le pongan al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos y que le echen al mar”. (Marcos 9,42) |