El Bicentenario y Guadalupe (Doscientos años) Guadalupe, patrona de nuestra independencia (José Ma. Morelos y Pavón.) Acabamos de cumplir doscientos años de nuestra independencia. México es un país libre, ya que desde que llegaron los españoles a nuestras tierras en 1521, nuestros antepasados, los Mexicas, estaban sometidos a las costumbres europeas impuestas por el conquistador. A ellos les impusieron todas las costumbres que tenían y por supuesto la religión Católica. Los mexicas eran muy religiosos, respetaban mucho la vida, la familia, eran honrados, apreciaban mucho la naturaleza, ellos ya tenían en su mente la idea de un Dios verdadero y Dios de todos sus dioses, el creador de todo, por el que se vivía. A la llegada de los españoles sufren el desencanto del comportamiento de éstos, por un lado los misioneros les enseñaban ese Dios en el cual sí creían, pero por otro lado había una diferencia muy marcada de clases, sobre todos, eran los indios los más pobres, los mestizos (indio con español) los criollos (españoles nacidos en México) y los peninsulares (españoles venidos de España, los cuales tenían todo el poder, los cargos importantes, tanto en el ámbito político, religioso y social). Por lo tanto nuestro querido México estaba sumido en la confusión total. Las raíces de todos estaban tan arraigadas a sus creencias y costumbres que era imposible formar así una nación. Los misioneros pedían a Dios cómo hacerle para evangelizar y lograr una paz entre tanta creencia de ambos mundos. El 12 de diciembre de 1531 aparece una señal en el cielo que viene a ser un acontecimiento de gracia para aquietar la turbulencia de la conquista, logrando un cambio pacífico teniendo como base y raíz de la vida, la verdad, el amor y la identificación personal y cercana de Dios, un acontecimiento que ha acompañado a nuestro México desde ese día. Claro que se trata de la aparición de nuestra Santísima Virgen de Guadalupe, desde ese día se le edificó un templo a los pies de su imagen, que dejó plasmada en la tilma del indio hoy San Juan Diego (Cuautlatoatzin), ahí han y hemos ido todos los hombres de esta tierra sin importar raza, color o posición, ella recibe a todos por igual. Y por supuesto ha sido el corazón de la identidad nacional, signo que alentó a nuestros héroes de la independencia Hidalgo, Morelos, etc. Guadalupe es la conciencia de nuestra nación ya que su intervención logró que los mexicanos tuviéramos una esperanza en el futuro cimentado en Cristo, ya que la religión es la esencia de una cultura. No se puede hablar de independencia, ni de un México, sin Guadalupe.
Paty Licona de Barousse
Catequista del Buen Pastor
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