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Todos somos conscientes de la violencia que genera crimenes que claman justicia al cielo.
Sabemos que se han realizado marchas por las calles para pedir cese todo esto, tandas de oraciones en alguna parroquias, pero todo queda en acciones aisladas, falta creo el llamado o exhortación desde nuestra arquidiocesis en cartas pastorales para darle mas motivación y si queremos decir maxime consciencia eclesia...pero, esspero no estar equivocado, esto no ha sucedido. Ahora me atrevo hacer notar este comentario, cuando la cristiandad europea era llena de fervor religioso (aún no se descubria América), esta era amenazada por diversos peligros, invasión de pueblos barbaros, como el famoso Atila, pestes terribles como la llamada "negra", etc, etc, ¿Que se hacia para conjurar estos males? el mismo Papa llegó a enfrentar a las puertas de Roma al terrible Atila, Santa Genoveva patrona de Paris, realizó exhortaciones a toso el pueblo de esta ciudad para realizar oraciones, penitencia, ayunos, etc, y salvarla de peligros semejantes...Hay infinidad de ejemplos de este tipo en esas epocas, ahora, ya no vemos acciones semjantes, tristemente ni por nuestros pastoras eclesiales...por eso la maldad crece en todos los aspectos..es hora y creo nos hemos tardado para que por ejemplo nuestro arzobispo llamara a todos los fieles por cartas pastorales o algo semejante a que relicemos a mas de oraciones, ayunos, pero verdaderos ayunos, no como los que ahora son algo "comodos", caso como se dice en los tours turisticos, desayunos continental, donde se puede ingerir algo sencillo en la mañan, comida completa a medio día y porla noche, lo mismo que en la mañana..no como los ayunos que la cristiandad feravoros de siglos paasados realizaba a "PAN Y AGUA" Y ABSTINENCIA DE CARNE TODA LA CUARESMA..la Sagrada Escritura dice que (Mr 9, 29)) hay demonios que solamente pueden ser arrojados por la ORACION Y AYUNO Entonces, es lo que ahora estamos omitiendo a todos los niveles, el que los fieles hagámos ayunos con esta intención y máxime si esto lo motivan exhortaciones de nuestro Arzobispo.