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LA MUERTE NO ES UNA BUENA NOTICIA
Jueves 5 de mayo del 2011
Carlos Pérez B., Pbro.
Siguen y siguen proclamando que la muerte del considerado terrorista número uno del mundo, Osama Bin Laden, es una victoria. Vimos por televisión que un centenar de personas brincaban y bailaban de gusto, en Washington, cuando empezó a circular la noticia. Y algunos líderes mundiales se hacen eco de esa proclama.
Los políticos, y junto con ellos muchas gentes, no saben comunicar una nota porque sus sentimientos no están bien acomodados. Nosotros los cristianos no podemos gozarnos con la muerte de ninguna persona. No podemos gozarnos cuando se le da muerte a un narcotraficante, a un secuestrador, a un terrorista. ¿Habría que gozarnos por la muerte de alguno de esos políticos y eclesiásticos del poder que tanto daño le hacen a la población? De ninguna manera. Ni siquiera la muerte del Hijo de Dios en la cruz es una buena noticia, todo lo contrario, es una noticia aterradora que este mundo haya crucificado al más limpio de todo pecado entre todos los seres humanos. Cosa distinta es entregarse por completo y sin medida, en cuerpo y alma a la obra de la salvación de la humanidad, que es la obra de Dios.
Es cierto que les pedimos y les exigimos a las autoridades del país y del mundo que paren esta ola de criminalidad y violencia en que nos estamos asfixiando. Si alguien muere en esta lucha, le comunicaremos al mundo la mala noticia, la desgracia de que alguien perdió la vida. Si alguien es atrapado y enviado a la cárcel, igualmente comunicaremos al mundo la tan mala como inevitable noticia. Si atraparan al evadido Chapo Guzmán, no podríamos salir a las calles a proclamarlo como una buena nueva. No lo es. Los que administran la justicia en el país y en el mundo tendrían que comunicar las noticias de esta otra manera, sería lo más sano para todos, para las próximas generaciones:
"Les anunciamos la mala noticia de que ha sido detenido el dirigente de fulano cártel junto con su equipo, y les anunciamos la todavía más mala noticia de que en el operativo perdieron la vida tales y cuales personas. Sentimos mucho que las cosas tengan que ser así”.
Buena noticia es la conversión del pecador, no su muerte (vea Ezequiel 33,11). Tenemos que educarnos en esta mentalidad. |