Las cadenas de oración
Esto de las cadenas de oración es una aberración, que va en contra de nuestra fe cristiana. Es querer manipular la Providencia de Dios, pues Dios actúa libremente y no está sujeto a condiciones (como "envíe esto a diez personas”) ni nos amenaza ("si no lo haces, ya verás lo que te pasa”).
Y lo malo es que lo envían personas que deberían tener más formación cristiana. La fe cristiana destierra las amenazas y no acepta los tabúes.
Las fórmulas que hay en esas cadenas tratan de convertir a Dios en una receta: haz esto y esto y conseguirás lo que pides, si no lo haces se convertirá en una maldición.
Creer en Dios, en su paternidad y en su providencia, es algo muy diferente; no se trata de asegurarnos las cosas mediante "nuestros recursos”, sino solo por la seguridad de quien sabe que está en las manos de un Dios infinitamente bueno.
Espero que de una vez por todas se entienda: no a las cadenas...y no se sientan culpables por no hacerles caso. No les va a pasar nada.
Desde luego que se pueden hacer buenas cadenas de oración, si por cadena se entiende una forma de multiplicar una oración o un mensaje para que llegue al mayor número de personas. Entonces si vale eso de "haga nueve copias y mándelas a otras tantas personas”. Pero la oración debe estar bien hecha y ser con un propósito bueno.
Propaguemos el amor de Dios sin condicionamientos, libremente, como Jesús nos enseñó. (P. Adolfo Franco, Monterrey).