Domingo 20 de noviembre del 2011 Cristo Rey Monición de entrada.- - Nuestra patria celebra el inicio de la llamada "revolución mexicana", un movimiento que cambió algunas cosas en nuestro país, aunque los pobres siguen siendo una inmensa mayoría. De todas maneras nos unimos a las celebraciones patrias, más por la esperanza que por la realidad. - Nuestra fiesta litúrgica, al finalizar el tiempo ordinario, es la solemnidad de Jesucristo rey. El encuentro con nuestro rey o gobernante supremo, en su reinado eterno, es la meta de nuestro caminar como cristianos. ORACIÓN UNIVERSAL.- Sacerdote, diácono o celebrador: Hermanos, presentémosle a Jesucristo, nuestro Rey y Pastor, las necesidades de la Iglesia y del mundo, y nuestras intenciones diciéndole: Venga tu Reino, Señor. - Por toda la humanidad, para que abra su corazón a la convocatoria de Dios para que con su Espíritu hagamos de nuestro mundo el reino de la compasión hacia los más débiles, roguemos al Señor. - Por nuestra Iglesia Universal, por cada uno de los cristianos, para que nos se dejemos conducir por Jesucristo nuestro rey y pastor hacia el reino del amor y de la justicia de Dios, roguemos al Señor. - Por los que tienen hambre, por los más pobres, los que están enfermos o en la cárcel, para que encuentren en nosotros los cristianos una mano solidaria a sus necesidades, roguemos al Señor. - Por los países y sociedades que reciben la visita de los migrantes, para que promuevan leyes que protejan sus derechos humanos, roguemos al Señor. - Por los que viven atrapados en el vicio, la crimen y la violencia, para que abran su corazón a la convocatoria de Dios para hacer de este mundo un reino digno de seres humanos, roguemos al Señor. - Por todos nosotros, para que el Señor de la justicia y de la paz remedie nuestras necesidades y nos conceda ver cumplidos nuestros más profundos anhelos, roguemos al Señor. Sac., Diác., Celeb.- Señor Jesús, rey del Universo, escucha las súplicas de los que somos seguidores de tus pasos en el camino hacia el Reino. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. |