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¡BIEN POR LOS JÓVENES! Jueves 21 de junio del 2012 Carlos Pérez B., Pbro. Los jóvenes del movimiento "yo soy 132” están siendo un nuevo ingrediente de nuestra incipiente democracia. Cómo quisiéramos algunos que este movimiento tuviera mayores alcances, sobre todo en la gente del campo, en los hogares de la periferia, en los ambientes de trabajo, no sólo en los niveles universitarios o estudiantiles.
Este movimiento surgió por la manipulación que se hizo de la nota por la visita de uno de los candidatos a la presidencia a la Universidad Iberoamericana, en la ciudad de México. Aquí en Chihuahua nos extrañamos que, a pesar del fuerte rechazo que tuvo ese candidato, uno de los diarios de nuestra ciudad, como titular de primera plana, publicara: "Triunfo del candidato”.
Este ingrediente ya se estaba haciendo necesario por la creciente apatía con que la ciudadanía ha estado respondiendo a las convocatorias de los candidatos de los distintos partidos en las elecciones federales y locales. Quizá los partidos estén lucrando con esta apatía, pero a nosotros, especialmente las gentes de iglesia, nos preocupa fuertemente. En las elecciones de nuestro estado en el 2010 sólo se tuvo una participación del 40% del electorado, y en algunos municipios, como el de Juárez, esa participación rondó el 30%. ¿Se pueden catalogar como válidas unas elecciones con tan baja participación?
Esperemos que los jóvenes ayuden a sacar a los mexicanos del inmovilismo en el que estamos cayendo, no sólo a la hora de votar, sino en el resto de nuestra participación política y social. El país es nuestro, el país es de todos, y el rumbo que le queramos dar depende de todos, por mayoría, no sólo de la clase política. El voto no es un cheque en blanco, es sólo una delegación de facultades pero muy relativa, porque nos reservamos del derecho de decidir qué futuro queremos, especialmente pensando en los más pobres.
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