¿QUIÉN ES JESÚS? LA PREGUNTA FUNDAMENTAL Comentario al evangelio del domingo 19 de junio de 2016 12º ordinario Lucas 9,18-23.
Carlos Pérez Barrera, Pbro.
"Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?”
Esta pregunta la encontramos en los tres evangelios sinópticos. San Mateo subraya que fue en Cesarea de Filipos, tierra de paganos, donde Jesús les hizo esta pregunta. San Marcos subraya que fue en el camino. Y San Lucas, que fue en ambiente de oración. Total, que cada uno de los evangelistas nos ofrece su propia riqueza en la lectura que hacen de esta pregunta de Jesús. La respuesta se ha de dar desde una fe profunda, no desde la costumbre religiosa, diría san Mateo; la respuesta se ha de dar en el camino, nos diría san Marcos: si te estacionas, si te acomodas, entonces tu respuesta ya no es válida. Y finalmente nos diría san Lucas que es preciso entrar en un ambiente de oración: la pregunta sobre la identidad y la misión de Jesucristo no se puede responder superficialmente, sin interiorizar, sin entrar en sintonía con Dios.
Cada uno de los santos evangelios, en todas sus páginas, es una respuesta amplia a esta pregunta crucial. Todo cristiano se tiene que formular esta pregunta repetidamente a lo largo de su vida. No se vale vivir de rentas. Hoy tienes que responder con tu vida quién es Jesús para ti.
Toda la Iglesia ha de responder esta pregunta. Porque ¿qué es lo que vemos? Una Iglesia centrada en sí misma. Somos una estructura muy hecha por nosotros desde hace siglos. Nos hemos inventado a nosotros mismos. Y lo mismo cada católico. Cada quien vive su fe desde sí mismo. Nos hemos metido a un esquema y ahí nos sentimos satisfechos. Pero resulta que hay una distancia enorme entre la vida, las enseñanzas, las prioridades de Jesús, y las costumbres, tradiciones, ritos, ceremonias, jerarquías, etc., de nuestra Iglesia, y las costumbres y maneras de vivir de cada uno de los católicos, tanto de los más cercanos a las cosas de la Iglesia como de los más alejados. ¿Dónde queda Jesús? Pero gracias a Dios estamos en una buena coyuntura en estos tiempos. Gracias a Dios que ya estamos dejando atrás esa religiosidad por costumbre, porque así nacimos, porque esa fe nos dieron nuestros padres, porque esa es nuestra cultura. El Papa Francisco nos está ayudando, aunque paulatinamente, a volver sobre Jesús. Está llegando el tiempo en que cada quien tiene que responderle a Jesús, de manera muy personal y honda, quién es él.
Lo siguiente no es la respuesta personal, son puntos en los que se debe detener cada quien para verificar si nuestra respuesta va por el camino que nos indican los santos evangelios:
Jesús es el pobre, el siervo de Yahveh. ¿Y el cristiano, y la Iglesia cómo viven su servicio y su pobreza y desprendimiento?
Jesús es la misericordia del Padre encarnada. ¿Y el cristiano y la Iglesia cómo viven su religión? ¿Es la misericordia el punto principal de su vida personal y eclesial?
Jesús es la salvación para este mundo. ¿Qué tan convencidos estamos de esto? ¿No vivimos como si nosotros, como si la Iglesia fuéramos la salvación, como si lo fuera nuestra religiosidad católica? Recordemos cómo san Pablo rechaza que los cumplimientos religiosos puedan conducir a la justificación. Esa viene por la gracia de Cristo.
Jesús es la verdad de todas las cosas. ¿Dónde buscamos la verdad existencial del hombre, de la historia, del mundo, de Dios? Es posible que en nuestros propios dogmas, en nuestras teologías e ideologías, en nuestras verdades que consideramos inamovibles.
Jesucristo es el camino. ¿Caminamos detrás de él? Como que ya nos hemos hecho una religión a modo, y estamos a gusto en ella. Preferimos la seguridad de lo que hemos alcanzado, a lanzarnos con Jesús hacia las cosas nuevas.
|